Un fuerte golpe en el tórax haciendo deporte, por un accidente doméstico o por cualquier otra acción similar puede causar una grieta en una o varias costillas. Al principio sentiremos un fuerte dolor en el propio tórax, pero con el paso de los días es habitual pensar que no hay nada roto cuando realmente sí lo hay.
Síntomas de las costillas rotas
El principal síntoma es el dolor en la caja torácica cuando se pone en tensión con la tos, con un movimiento de giro o simplemente por respirar. Si experimentas estos síntomas debes consultar a un médico rápidamente, los exámenes más habituales para determinar qué costillas están rotas cuentan con rayos x o con resonancias magnéticas. Las resonancias suelen ser más eficaces para encontrar fracturas compuestas y grietas en la parte del cartílago, problemas que suelen pasar desapercibidos cuando se utilizan rayos x.
Por supuesto, si nota un desplazamiento severo de alguna costilla (tocándose el tórax mientras está tumbado) debe acudir con urgencia a un hospital, ya que existe la posibilidad de que la costilla dañe órganos como el corazón o pulmones, causando incluso la muerte.
¿Cuál es el tratamiento para las costillas rotas?
En la mayoría de los casos únicamente se necesitará, después de la intervención, la colocación de hielo sobre la parte lesionada. Esta parte puede aparecer ligeramente abultada. El hielo deberá estar en contacto con la zona afectada durante varias horas.
Es muy posible que se requiera el uso de analgésicos, sobre todo cuando estamos ante casos de fracturas.
Hasta hace poco, se utilizaban también vendas apretadas alrededor del tórax para que no se produjeran desplazamientos de las costillas. Actualmente esta medida ha sido eliminada porque las vendas puestas de esa manera pueden crear problemas de solidificación en los huesos afectados.
El periodo de cicatrización depende muchísimo del tipo de fractura y del número de costillas lesionadas. Generalmente una grieta requiere de 20 a 40 días, algo más si la lesión también afecta a los cartílagos.
Síntomas de las costillas rotas
El principal síntoma es el dolor en la caja torácica cuando se pone en tensión con la tos, con un movimiento de giro o simplemente por respirar. Si experimentas estos síntomas debes consultar a un médico rápidamente, los exámenes más habituales para determinar qué costillas están rotas cuentan con rayos x o con resonancias magnéticas. Las resonancias suelen ser más eficaces para encontrar fracturas compuestas y grietas en la parte del cartílago, problemas que suelen pasar desapercibidos cuando se utilizan rayos x.
Por supuesto, si nota un desplazamiento severo de alguna costilla (tocándose el tórax mientras está tumbado) debe acudir con urgencia a un hospital, ya que existe la posibilidad de que la costilla dañe órganos como el corazón o pulmones, causando incluso la muerte.
¿Cuál es el tratamiento para las costillas rotas?
En la mayoría de los casos únicamente se necesitará, después de la intervención, la colocación de hielo sobre la parte lesionada. Esta parte puede aparecer ligeramente abultada. El hielo deberá estar en contacto con la zona afectada durante varias horas.
Es muy posible que se requiera el uso de analgésicos, sobre todo cuando estamos ante casos de fracturas.
Hasta hace poco, se utilizaban también vendas apretadas alrededor del tórax para que no se produjeran desplazamientos de las costillas. Actualmente esta medida ha sido eliminada porque las vendas puestas de esa manera pueden crear problemas de solidificación en los huesos afectados.
El periodo de cicatrización depende muchísimo del tipo de fractura y del número de costillas lesionadas. Generalmente una grieta requiere de 20 a 40 días, algo más si la lesión también afecta a los cartílagos.